Las entradas de Miguel Ángel - DIM-EDU2024-03-28T15:30:33ZMiguel Ángelhttps://dimglobal.ning.com/profile/MiguelAngelhttps://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/2979404879?profile=RESIZE_48X48&width=48&height=48&crop=1%3A1https://dimglobal.ning.com/profiles/blog/feed?user=17cmysisn764p&xn_auth=noPadres, no amigostag:dimglobal.ning.com,2009-01-04:1652370:BlogPost:13912009-01-04T11:35:24.000ZMiguel Ángelhttps://dimglobal.ning.com/profile/MiguelAngel
Colegas o 'hiperpadres', muchos progenitores viven el desconcierto de ver crecer a sus hijos huérfanos de modelo y de límites<br />
INMACULADA DE LA FUENTE El País, 02/01/2009<br />
El niño de seis años se encarama en el carro del supermercado mientras sus padres lo empujan y sortean estanterías. Es él quien dirige la compra y elige los productos que acaban en el carro. ¿Croquetas, pizzas, zumos? Para él es un juego, pero la decisión de compra está en sus manos. "Se le da un papel de adulto. Algo que se…
Colegas o 'hiperpadres', muchos progenitores viven el desconcierto de ver crecer a sus hijos huérfanos de modelo y de límites<br />
INMACULADA DE LA FUENTE El País, 02/01/2009<br />
El niño de seis años se encarama en el carro del supermercado mientras sus padres lo empujan y sortean estanterías. Es él quien dirige la compra y elige los productos que acaban en el carro. ¿Croquetas, pizzas, zumos? Para él es un juego, pero la decisión de compra está en sus manos. "Se le da un papel de adulto. Algo que se repite en otras situaciones diarias.<br />
El niño de seis años se encarama en el carro del supermercado mientras sus padres lo empujan y sortean estanterías. Es él quien dirige la compra y elige los productos que acaban en el carro. ¿Croquetas, pizzas, zumos? Para él es un juego, pero la decisión de compra está en sus manos. "Se le da un papel de adulto. Algo que se repite en otras situaciones diarias. No hay un modelo de autoridad saludable", señala Ana Sáenz, psicóloga vinculada al centro Marie Langer, especializado en ofrecer propuestas sobre malestares cotidianos. Sáenz reside en Bilbao, está integrada en la red de psicología Procesos Correctores Comunitarios (Procc) y colabora con colegios e instituciones. "Para crecer los niños necesitan sentirse seguros y autónomos, pero muchos padres desconocen las necesidades vitales de cada periodo. Se les exige mucho en ciertos aspectos y se les sobreprotege en otros", asegura.<br />
No están ausentes, pero en ocasiones desertan. Muchos padres y madres, además de guardar en la cartera las fotos de sus hijos, tienen la sensación de llevarlos a cuestas. Suelen ser padres condescendientes, colegas en lenguaje coloquial, o hiperpadres. ¿Pero son padres y madres? No, son amigos, o animadores sociales y, si son perfeccionistas y tienen tiempo, profesores domésticos, pero no siempre ponen límites a los afanes consumistas y expansionistas de sus hijos. A no ser que su bolsillo flaquee, les violenta menos comprar un juguete o la maldita chuchería que repetir cada tres minutos en un tono sereno que no pueden tener todo lo que ven. Muchos tienen criterio, lo que no saben es decir que no sin enfadarse; otros pasan en pocas horas de ser padres modélicos a sentirse víctimas. "Prefiero no enterarme de algunas cosas para no estar todo el día de gresca", afirma el padre de una adolescente. "Paso del grito a la autocompasión y hasta empiezo a hablar sola por el pasillo", admite la madre de un chico preadolescente y otro al final de la ESO.<br />
El modelo de padre y madre ha experimentado varios cambios en los últimos años, pero algunos han perdido el guión en medio del viraje. En algunas familias el padre o la madre son figuras desvaídas, fotocopias que podrían imantarse en la nevera junto a los recados urgentes. "Juan, mañana tienes examen de Cono... Estudia, no me seas vago". "Oye Vanessa, reina, si llevas una hora con la PSP, ahora no te pongas a bailar con la Wii, ¿eh?". Su papel es insustituible, pero a veces les resulta ingrato, grande, aplastante. Les cuesta ejercer y mantener cierta insobornable autoridad. Pero si ellos dejan de ser padres, sus hijos se quedan huérfanos y sin referentes, advierte Emilio Calatayud, magistrado del Juzgado número 1 de Granada.<br />
En el otro extremo, o mezclado con ese modelo amable, se encuentran los hiperpadres, arquitectos mentales de completos currículos de futuro para sus vástagos. Pintura, música, baloncesto. ¿Qué más? Algunos parecen estar examinándose cuando juegan con sus hijos. ¿Lo están haciendo bien? Todo les parece poco. ¿Todo por sus hijos, pero sin sus hijos? "¿Qué clase de niños quieren?", pregunta Sáenz. "El modelo que se les propone es el de la sociedad de consumo, aquello que funciona. Por ejemplo, se niega la pubertad, etapa en la que salen afuera y se despiden de su infancia. Se busca que pase cuanto antes y se adelanta la adolescencia por influencia de la televisión. Se les roba así parte de su niñez y se les empuja a adoptar un prematuro rol juvenil". En definitiva, dan bandazos e incluso adoptan ellos el papel de niños, haciendo como que lloran o imitando sus rabietas, apunta Sáenz. "¿Qué autoridad muestra un adulto que actúa así? Algunos niños pueden pensar: '¿Y éste es el que me cuida?".<br />
Carmen Loureiro, psicóloga de Nexo y colaboradora del Centro Abierto Tomillo, en Madrid, piensa que "el denominador común entre los padres es la culpabilidad". Gracias a esa culpabilidad proliferan las escuelas para padres en colegios o gabinetes psicológicos. El vacío es tal que José Antonio Marina acaba de crear una universidad para padres virtual.<br />
Nunca hubo padres tan informados, pero algunos siguen cursillos y hasta exploran en Internet foros educativos. En especial cuando sus hijos llegan a la ESO. "Mereció la pena mientras fue pequeño. La fiesta acabó con la adolescencia", afirma una madre. La clave la da Alicia Fernández-Zúñiga, psicóloga y directora del Instituto de Lenguaje y Desarrollo (ILD), en Madrid: "Lo que no hagas cumplir antes de la adolescencia será imposible exigirlo después".<br />
"Yo soy padre de mis hijos, no su colega", dice el juez Calatayud. "Por temor a ser autoritarios nos da miedo decir no", continúa. Emilio Calatayud reconoce que es más fácil ser juez que padre. "Hay que poner límites a los hijos desde el primer minuto de vida. Luego cuesta más", avisa. A veces los padres se descuidan y el chaval díscolo acaba en el juzgado. "Hay un empeño en judicializar todo, pero por suerte el 80% de los jóvenes que cometen delitos no son delincuentes", explica. Se refiere a chicos que han cogido una moto ajena, han cometido un pequeño robo o han participado en una pelea. Suele imponerles castigos en beneficio de la comunidad, sea el cuidado de discapacitados o la limpieza de espacios públicos. Quiere que sean conscientes de sus actos y que entiendan que hay que ser solidarios y no depredadores. Se convierten así en voluntarios forzosos durante un tiempo. En algunos casos, la sanción incluye sacarse el graduado escolar o terminar la enseñanza obligatoria. La mayoría no reincide. Un 20% entra en una espiral peligrosa.<br />
"Claro que hay que poner límites claros y sencillos. Muchos niños no calculan bien las consecuencias de sus actos, no tienen perspectivas. No podemos renunciar a señalar límites en situaciones cotidianas", opina Carlos Espinosa, docente e inspector de Educación en Málaga. "Estoy a favor de las sanciones integradoras y no de los castigos desintegradores", prosigue. "Echarle de clase si molesta sólo sirve para que el chaval pierda el tiempo, pero encargarle que recoja las pelotas del patio, o de todas las pilas del colegio para llevarlas a reciclar, sí es útil", agrega. Espinosa es coautor del libro Los niños y jóvenes del tercer milenio, y sostiene que los alumnos son cada vez más espabilados y curiosos, aunque no conecten con el saber formal o no siempre sean buenos estudiantes.<br />
Al igual que el juez Calatayud, Espinosa ha tratado tanto a muchachos de ambientes marginales como a chicos malos de buenas familias. Entre unos y otros hay abismos, advierte, aunque coincidan en los juzgados. Los primeros crecen entre carencias y son rebeldes, "pero van por otros derroteros", dice. Los hijos de clase media que maltratan a niños y ancianos sin que sus músculos se alteren son maestros de la simulación y suelen ser más peligrosos. "Con muchos de ellos las técnicas educativas fracasan, son maltratadores, y hay que combinar distintas terapias", sostiene.<br />
"Hay una tendencia a dejar hacer", reconoce Alicia Fernández-Zúñiga. "Pero es preciso establecer unas pautas y cumplirlas. Está demostrado que los niños que siguen unas normas crecen más seguros que los que carecen de ellas. Los que no las incorporan se vuelven más tiranos, no más seguros", señala. Fernández-Zúñiga observa que el cachete es ya algo infrecuente. Lo que percibe en muchos padres es cansancio, pensar: "Pero si tiene de todo...". En los talleres de padres que imparten en su centro, más de una vez ha convocado a abuelos y cuidadoras. "Estas últimas pasan mucho tiempo con los niños, sin tener autoridad y en ocasiones criterio". Sería interesante plantearse una escuela de cuidadoras y no sólo de padres, comenta.<br />
Emilio Calatayud registra desde hace unos cuatro años un incremento de violencia familiar protagonizada por menores, así como grabaciones de peleas entre compañeros en el móvil, como si fuera un hito. Percibe también una mayor participación de niñas en episodios violentos dentro del ámbito familiar. Y al mismo tiempo, situaciones de violencia de género en primeras parejas. "En alguna ocasión ha habido que dictar órdenes de alejamiento de sus ex novias a chicos de 14 o 15 años", reconoce.<br />
El juez piensa que en la todavía joven democracia española "se insiste más en derechos que en deberes, lo que favorece todo tipo de contradicciones, hasta caer en el absurdo". No entiende cómo se le ha condenado a la madre de Jaén que pegó a su hijo de 10 años a un año de alejamiento. "Supongo que la condena se ha fundamentado en el artículo 173, pero quizá habría que volver a redactarlo. Está muy bien corregir sin atentar contra la integridad física, pero también hay que ejercer de padre o madre", sostiene.<br />
Un abeto entrelazado de guirnaldas. Felicidad de familia numerosa con chimenea. Los anuncios navideños transmiten un tipo de familia tradicional que ha dejado de ser mayoritario. Las familias de un sólo adulto con uno o dos hijos o las numerosas a fuerza de reconstituidas son tan reales como las otras. "El desconcierto de muchos padres se agrava porque ellos mismos están en precario con su proyecto de vida o con su pareja", afirma Sáenz. "A muchas mujeres, a pesar de haber separado su doble condición de madres y trabajadoras, les cuesta separarse de sus hijos por motivos laborales", añade. Por su parte, Carmen Loureiro recuerda que "el estrés, la inmadurez emocional de los padres y la confusión entre las necesidades de los niños y las que nosotros les atribuimos, confluyen en reprimendas inútiles que lastran la verdadera comunicación. Algunos fantasean sobre cómo deben ser sus hijos y se frustran si no cumplen sus expectativas. Olvidan que un niño necesita sentirse aceptado y saber que el amor de sus padres es incondicional", agrega.<br />
"Es útil saber y poder decir no sin que te cause trauma, y explicar a tus hijos que no son raros por no tener Play", afirma Mariana Peláez. Asistió a un taller de padres del centro Marie Langer a través del colegio Siglo XXI de Madrid al que acuden sus dos hijos. "Surgen temas que nos interesan y se escenifican conflictos sin contar nada íntimo", añade. Francisco Javier Santaella, director de una entidad financiera, y su esposa, padres de tres hijos, han seguido en Andalucía un taller similar. "Hubo un antes y un después tras el taller", asegura. "Al casarte todo parece idílico, pero con los hijos surgen contradicciones", admite.<br />
"La falta de conciliación está en la raíz de los problemas", opina una experta en educación de la Fundación Tomillo que trabaja ahora con hijos de inmigrantes. "Con 12 años, hay niños que pasan la tarde solos, o con una cuidadora. Los niños aprenden a través de modelos y si no lo encuentran en sus padres traspasan al grupo de iguales sus expectativas. Las habilidades comunicativas de los padres son decisivas: su actitud cuenta tanto como sus palabras. Sin embargo, muchos llegan cansados después de relacionarse con sus compañeros y sus habilidades aparecen menguadas".<br />
Los niños son esponjas y captan cada gesto, recuerda Loureiro. "No están peor educados que antes, lo que sucede es que hay que dirigir sus emociones desde la motivación", concluye.<br />
APRENDIENDO A SER PROGENITORES<br />
- Hijos y padres tienen igual dignidad, afirma Jesper Juul (Los valores para la familia de hoy. Maeva), pero no son iguales. Los niños necesitan el liderazgo de sus padres. Un faro que emita señales claras y reguladoras.<br />
- Con niños poco dispuestos, más que iniciar una batalla campal por los deberes, hay que fragmentar tareas: "Ahora estudiamos, luego hacemos algo que te guste, y volvemos a estudiar", sugiere Alicia Fernández-Zúñiga.<br />
- "Se lo he dicho ya..." Hay que repetir con firmeza (y sin ira), lo que esperamos de los niños.<br />
- Nuestros abuelos decían siempre "no" (por seguridad) y los padres de hoy "sí" (por seguridad), señala Juul. Hay que decir "sí" o "no" por convicción.<br />
- Las familias españolas apenas reconocen conflictos. Un 23,7% forma un núcleo unido; un 42,9%, coexiste de modo pacífico, y un 15% es problemática (Estudio Gerardo Meil/La Caixa).EL TAM-TAM DE LOS NATIVOS DIGITALEStag:dimglobal.ning.com,2009-01-04:1652370:BlogPost:13902009-01-04T11:34:45.000ZMiguel Ángelhttps://dimglobal.ning.com/profile/MiguelAngel
Crecieron con un ratón en la mano y un móvil en la otra-Aprenden y se relacionan en la red-Reclaman cambios en la enseñanza<br />
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El País. Joseba Elola. 21/12/2008<br />
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Carolina, Ester, Elisa y Mónica están sentadas en un pequeño despacho del colegio Lourdes de Madrid. Es el último día de clases antes de que empiecen las vacaciones de navidades, los alumnos corretean por los pasillos, disfrazados. Tienen 17 años, menos Elisa, de 16. Utilizan Internet desde los 11.<br />
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-Mi padre está obsesionado con las…
Crecieron con un ratón en la mano y un móvil en la otra-Aprenden y se relacionan en la red-Reclaman cambios en la enseñanza<br />
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El País. Joseba Elola. 21/12/2008<br />
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Carolina, Ester, Elisa y Mónica están sentadas en un pequeño despacho del colegio Lourdes de Madrid. Es el último día de clases antes de que empiecen las vacaciones de navidades, los alumnos corretean por los pasillos, disfrazados. Tienen 17 años, menos Elisa, de 16. Utilizan Internet desde los 11.<br />
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-Mi padre está obsesionado con las palabras, mira todo el rato enciclopedias.<br />
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-¡Buf!, pues mi madre se enteró ayer de que el móvil tiene cámara.<br />
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-Yo tengo móvil desde los Reyes de los 12 años.<br />
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-Pues yo he cambiado siete veces de móvil desde los 12. Si seguimos a este ritmo, para cuando yo tenga hijos, los coches van a volar.<br />
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Carolina, Ester, Elisa y Mónica pertenecen a la llamada generación de nativos digitales, un término que acuñó el tecnólogo Marc Prensky en 2001 y que agrupa a aquellos para los que Internet existe desde que tienen uso de razón, a los que no recuerdan la vida sin Internet. Dicen los estudiosos y muchos de los profesores que los educan que esta generación que ha crecido con un móvil en la mano izquierda y un ratón en la derecha es muy distinta de las anteriores.<br />
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Los primeros nativos digitales españoles tienen ahora entre 15 y 18 años. Han crecido conectados, con el ADSL funcionando a pleno rendimiento. No soportan la espera, todo lo que quieran está a un clic de distancia. No quieren que les cuenten un rollo, huyen de la secuencia lineal de información, quieren intervenir en el proceso, hacer clic para ir adonde les interesa. No son consumidores pasivos de contenidos, sino activos: crean contenidos, se mandan vídeos, fotos que retocan, que editan, son muy creativos; por eso la tele les empieza a parecer una cosa un poco antigua, aunque sea en pantalla plana.<br />
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Llegan a casa, se sientan frente al ordenador y mientras conectan con su red de amigos, ven un vídeo en YouTube, chatean con amigos mientras se descargan una canción o un capítulo de su serie favorita. Es decir, prestan atención parcial a varias cosas a la vez. "Su atención se divide mejor, su cerebro tiene un procesador más complejo", explica Enrique Dans, profesor de Sistemas de Información del Instituto de Empresa. El que se educa desde pequeño con los idiomas, aprende muy rápido otros idiomas. Lo mismo pasa con la tecnología.<br />
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Siendo adolescentes, los nativos digitales manejan dispositivos que hasta hace poco sólo estaban al alcance de una persona de 30 años. El 96% de los jóvenes tiene móvil, según el último estudio del Instituto de la Juventud (frente a un 88,4% de 2004). Y como dice Soledad González, profesora de Economía e Historia del colegio Lourdes, de 57 años, lo que ella enseña a chicos y chicas de 17 años es lo que ella aprendió en la Universidad.<br />
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Los primeros nativos digitales, personas nacidas desde los años noventa, ya están llegando a la Universidad. Es allí, y en las enseñanzas medias, donde se pone de manifiesto la conveniencia de adaptar los sistemas educativos a unas nuevas necesidades. "El profesor deja de ser el poseedor del conocimiento", explica Fernando García, profesor de Química del colegio Irabia de Pamplona y autor del libro Educar hijos interactivos. "Hay una pérdida de autoridad de los padres y profesores, ya no le preguntas a papá o al profe las dudas, porque a lo mejor son ellos los que no saben". Las respuestas se buscan en Google y YouTube. "El profesor no puede ser un poseedor de conocimiento", sostiene García, "tiene que ser un guía que ayude a distinguir la información veraz de la no veraz; debe ser un tipo que acompañe en el uso de los medios".<br />
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Ángel León, de 56 años, responde al perfil de lo que Prensky llamó un inmigrante digital. Es decir, una persona que no ha nacido en ese entorno pero que se adapta a él. Como profesor de Historia del colegio Lourdes, ya no utiliza nunca la pizarra. "Hace años que no me mancho las manos de tiza", dice sentado en un aula, frente a su ordenador. "Mi tiza es esto". Y extrae de debajo de la camisa una llave USB de ocho gigas que llevaba colgada al cuello. Ahí están sus lecciones, que actualiza por la noche cuando llega a casa.<br />
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Hace 10 años, en su clase sólo había un alumno con conexión a Internet. "Desde hace cinco, se ha generalizado y los alumnos tienen una gran destreza informática. La estructura educativa va por detrás". En pantalla, una de las animaciones que utiliza para explicar cómo funcionaba la máquina de vapor en la revolución industrial. "La imagen animada tiene un efecto psicológico, no pueden dejar de mirar. Hace 10 años, se hacía una transmisión magistral, se dictaba la verdad y ellos memorizaban. Ahora estamos en una fase de transición, estamos empezando a incorporar el audiovisual e Internet a los procesos educativos. Entramos en un proceso de permanente adaptación y los que no se adapten serán los analfabetos tecnológicos del futuro".<br />
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Rubén Díaz tiene 17 años y ya manejaba un ordenador a los siete. A los 11 empezó a programar y en enero puso a caminar Jisko, una pequeña red social. Dice que hay una gran brecha entre padres e hijos, se hablan distintos lenguajes. "Los padres piensan que la persona que está frente a un ordenador está aislada, pero más aislado está uno frente al televisor", dice. Estudia cuarto de la ESO y no comprende cómo a día de hoy no puede consultar sus dudas vía e-mail con los profesores o por qué el profesor no tiene una PDA (computador de mano) en la que podría marcar la ausencia de un alumno y que llegara una notificación instantánea a los padres. "La mentalidad de los inmigrantes digitales es que la tecnología sirve para trabajar menos", sostiene, "cuando en realidad, sirve para ahorrar trabajo innecesario".<br />
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La pequeña red social que ha puesto en marcha Rubén tiene 2.000 usuarios y es similar a Twitter. En ella, la gente va contando en mensajes concisos lo que está haciendo, del tipo, "me voy a la ducha", o "hoy los chicos van al teatro". Son precisamente las redes de amigos, como Facebook, Tuenti y MySpace, las que están introduciendo los últimos cambios en las pautas de conducta de los nativos digitales. Las movilizaciones, ya sea para protestar contra la homologación de estudios de Bolonia como para celebrar la "Nochevieja universitaria", se convocan con el gigantesco altavoz de las redes de amigos: el fin de semana pasado, la Puerta del Sol se llenó de jóvenes que se tomaron las uvas con dos semanas de adelanto.<br />
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Allí estuvieron Susana y Tamara, dos chicas de 18 años que estudian Publicidad en la Universidad Complutense de Madrid. Dicen que en cuanto llegan a casa, lo primero que hacen es conectarse a su red de amigos.<br />
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"Es un vicio", comenta Tamara. Susana abre su página. Hoy tiene tres mensajes privados, nueve invitaciones a eventos y dos comentarios de fotos que alguno de sus amigos ha colgado. La página dice que tiene 449 fotos, de las cuales ella ha subido 94, y que cuenta con 117 amigos. "Bueno, de todos ésos, amigos, amigos, son muy pocos", precisa.<br />
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Tamara dice que cada vez usa menos el correo electrónico, con la red de amigos le vale para comunicarse. Que ha dejado de ver la televisión porque ya no le divierte, prefiere saber en qué andan sus amigos. Asegura que la Red le permite estar en contacto con mucha más gente y que se entera mucho mejor de la vida de todos ellos por las fotos que van colgando. "Es verdad que llega un momento en que ya no sabes de qué hablar con la gente porque ya lo sabes todo de ellos, se pierde un poco la magia", asume. Eso sí, para ligar, las redes de amigos son toda una herramienta. Los jóvenes entre 14 y 19 años son los que más tiempo permanecen conectados a Internet, según el último Informe de la Juventud de 2008: el 61,41% de los chicos y el 53,69% de las chicas emplean más de dos horas al día. Porcentajes que se reducen a la mitad en mayores de 30 años.<br />
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La profesora Soledad González dice que los alumnos tienen más información, pero que sus análisis tienden a ser más superficiales. Mar Monsoriu, consultora tecnológica experta en Internet, va más lejos. "Son un poco más comodones que la generación anterior. Es la generación del corta y pega, la Red se lo da todo hecho y han perdido la capacidad de estudio, de investigación, de reflexión". Monsoriu, de 46 años, lleva 17 trabajando con Internet y está especializada en marketing tecnológico. Autora de Manual de redes sociales en Internet, piensa que los nativos digitales no manejan tan bien como parece las herramientas digitales. "Están un poco atontados, no caen en la cuenta de que las fotos que cuelgan las pueden ver terceras personas", declara. Las empresas que les contratan pueden tener acceso a verlas, lo cual les puede perjudicar, explica. Cuenta que hace unos meses, un matrimonio de Valencia le pidió consejo al ver unas fotos de su hija de 13 años en una postura provocativa. No las había colgado ella, sino una chica que las había publicado en la Red bajo una falsa identidad. Las redes de amigos también sirven para saldar cuentas. Y para el cotilleo. Y para alojar un paparazzismo de nueva generación en el que se hacen fotos y se publican sin filtros ni sin el consentimiento de los fotografiados.<br />
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Mar Monsoriu se dio de alta en 50 redes sociales de todo el mundo para elaborar su libro, y descubrió que algunas venden las bases de datos de sus usuarios a empresas de marketing y publicidad. "El negocio está ahí", ratifica el profesor Fernando García, "es la publicidad diana, saber adónde apuntas". En las redes de amigos, el usuario da datos como su nombre, edad, la ciudad donde vive, los sitios por donde sale. Las marcas pueden dirigirse directamente a su potencial cliente. "Yo trabajo en marketing", añade Monsoriu, "pero lo fundamental es que haya un consentimiento por parte del consumidor".<br />
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Juan Freire, bloggero y experto en cultura digital, dice que hay que acompañar a los jóvenes en el uso de las nuevas tecnologías. Pero que no se puede impedir el acceso a ellas, son parte de su cultura. Fernando García recomienda el uso del portátil, que no sea su consola, ni su ordenador, que el ordenador pertenezca a la familia. Eso sí, otorgándoles cierta privacidad.<br />
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"A los jóvenes y a las empresas hay que prepararles para la incertidumbre permanente", declara Rafael López Castejón, autor del blog Nativos digitales: "No hay universidad ni empresa que esté preparada para el ritmo de los cambios que se producen entre los adolescentes".El videojuego es parte de mi escuelatag:dimglobal.ning.com,2009-01-04:1652370:BlogPost:13892009-01-04T11:34:02.000ZMiguel Ángelhttps://dimglobal.ning.com/profile/MiguelAngel
El ocio electrónico arrastra muchos prejuicios, pero se impone como vía de aprendizaje fuera de las aulas y ahora debe entrar en ellas<br />
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JAVIER MARTÍN 20/11/2008<br />
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Todo no está en los libros. "Ya no basta con la educación infantil básica. Los niños necesitan unos conocimientos que les conecten con el mundo. Hoy, más que nunca, es crítico buscar soluciones para completar ese marco escolar", cuenta Sugata Mitra, profesor de la Universidad de NewCastle.<br />
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Henry Jekins: "Los colegios tienen que…
El ocio electrónico arrastra muchos prejuicios, pero se impone como vía de aprendizaje fuera de las aulas y ahora debe entrar en ellas<br />
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JAVIER MARTÍN 20/11/2008<br />
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Todo no está en los libros. "Ya no basta con la educación infantil básica. Los niños necesitan unos conocimientos que les conecten con el mundo. Hoy, más que nunca, es crítico buscar soluciones para completar ese marco escolar", cuenta Sugata Mitra, profesor de la Universidad de NewCastle.<br />
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Henry Jekins: "Los colegios tienen que fomentar la alfabetización digital"<br />
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"El gran obstáculo es el profesorado, que debe reciclarse", dice Aranda<br />
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Para Pilar Lacasa, los programas abren vías de participación<br />
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"El videojuego es el lenguaje del futuro en la enseñanza", dice Egenfeldt<br />
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Los expertos ya no hablan de videojuego educativo, sino del videojuego en el sistema educativo. "El juego educativo ha fracasado", zanja Daniel Aranda, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), "como fracasó antes el cine educativo o la televisión educativa".<br />
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El danés Egenfeldt corrobora la idea: "Cuanto más nos centramos en el elemento educativo del juego, más disminuye la motivación del alumnado. Un buen juego es un buen juego educativo". Confirmando el refrán en casa del herrero... Egenfeldt dirige la empresa Serious Games, o sea, Juegos serios; un nombre para combatir quizá la tópica identificación de videojuego y violencia juvenil.<br />
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El ocio electrónico ya no es cosa de quinceañeros (la media se aproxima a los 40), ni la mayoría de los títulos son violentos (el 4% de los 8.522 videojuegos publicados en 2007 son para mayores de 18). Aun así da la vuelta al mundo cada coreano que muere después de llevar seis días jugando en el ordenador. El acento siempre cae sobre la actividad, y no sobre el tiempo. ¿No habrían muerto si hubieran estado dándole a las matemáticas?<br />
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La realidad es más compleja. En el desolador libro Gomorra, Roberto Saviano cuenta cómo los asesinos de la Camorra ponen la tele para ver sus sangrías, se relajan jugando al fútbol en la PlayStation y en su MP3 no escuchan rap ni heavy metal, sino melodías románticas.<br />
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La II Conferencia Europea de Juegos de Aprendizaje reunió recientemente en Barcelona a medio centenar de profesores, psicólogos, investigadores en general del ocio electrónico aplicado a la educación. Las 59 ponencias presentadas, procedentes de 23 países de todas las culturas, hablaban de las bondades del video-juego en la educación. Cómo mejoran los alumnos de música con el programa Groovy music; las diferencias entre los niños que completan sudokus numéricos y los que hacen sudokus simbólicos; videojuegos prenatales; el impacto de los juegos mentales en la capacidad de razonamiento de los niños; el impacto de los juegos contra la discriminación sexual en la enseñanza de las matemáticas...<br />
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Para Henry Jenkins, encargado por la Fundación MacArthur de realizar el retrato-robot del alumno del siglo XXI, las mayores oportunidades para este cambio en el aprendizaje no se encuentran actualmente en el sistema educativo, sino fuera de él, en programas extraescolares y en las comunidades de aprendizaje informal. "Las escuelas deben dedicar más atención a fomentar lo que nosotros llamamos la alfabetización digital: un grupo de habilidades que los jóvenes necesitan en el horizonte multimedia que les rodea".<br />
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Jenkins, director del Programa de Estudios Comparativos Multimedia en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), describe 11 cualidades que deberá poseer el estudiante perfecto, y que el sistema educativo no podrá inculcar sin incorporar los medios digitales. En esos 11 valores [ver cuadro adjunto] el denominador común es la colaboración y la mezcla. Nada que ver con valores hasta hace poco sacrosantos, como memorización, individualismo, obediencia, jerarquía, disciplina...<br />
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El videojuego como lenguaje de aprendizaje ya es fundamental en otros ámbitos de la vida, desde la autoescuela a las asociaciones de alcohólicos anónimos, por lo que choca su retraso en la incorporación a la escuela.<br />
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Quizá es cuestión de tiempo. Romeo y Julieta no se escribió para enseñar sexualidad en el colegio, pero ahora nadie protesta por su empleo como material escolar. Hoy es imposible encontrar algo mejor que el juego Civilization para explicar en clase el Imperio Romano. Pero no se emplea. "El principal obstáculo es el profesorado, que se tiene que reciclar, que se tiene que adaptar a las nuevas tecnologías", dice Aranda. Este profesor de la UOC mantiene, junto a Jordi Sánchez Navarro, el blog Spider (siglas en inglés de Gente más inteligente con los recursos de entretenimiento digital interactivo).<br />
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Pilar Lacasa, de la Universidad de Alcalá de Henares, reparte los obstáculos. A la resistencia del profesorado añade el entorno familiar del alumnado. Y les anima a que se quiten el miedo: "Los videojuegos abren nuevas vías de aprendizaje, de enseñanza, y especialmente de participación, desde unas perspectivas dinámica y creativa". La empresa de juegos Electronic Arts colaboró con Lacasa en una experiencia de ocio digital entre los más pequeños. Una de sus observaciones fue que los mismo niños, con los mismos juegos, participan de forman diferente si se encuentran en el ámbito escolar o fuera de él.<br />
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Participación es la clave. "El videojuego en clase exige la participación constante del profesor", dice Egenfeldt. "No se puede dejar solo al alumno, porque necesita el feed back constante; hay que incentivar la participación. Clase y videojuego deben de estar integrados. Si vamos a hablar de acoso escolar, no veo mejor medio que Bullying". De Canadá a España se oyeron voces de profesores y padres para que se prohibiera su venta.<br />
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Mirado así, quizá el empleo del videojuego en clase añada más trabajo al maestro; finalmente, quizá resulta más cómodo mandar leer un libro y que el alumnado escriba una redacción para el mes siguiente. Aranda discrepa: "Al principio también el profesor lee el libro en clase en voz alta; poco a poco se les da más autonomía. No lo veo diferente con el videojuego. No creo que el profesor le tenga que dedicar más esfuerzo al alumnado; sí tiene que dedicar un esfuerzo para dominar esta nueva herramienta de enseñanza".<br />
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Aparte de sus investigaciones sobre el ocio electrónico, Egenfeldt ha creado dos juegos sobre regiones en conflicto (www.globalconflicts.eu), Latinoamérica y Palestina. El estudiante se pone en la piel de un periodista que llega a la zona sin saber por dónde le da el aire. Debe investigar, enterarse de los argumentos de unos y de otros para acabar escribiendo una historia sobre el tema. Sin duda, es un paso adelante, pero los juegos de Egenfeldt no ocuparán la lista de superventas, como, por ejemplo, Sim City, donde el jugador tiene que decidir si gastarse el presupuesto municipal en un polideportivo -y acabar con las protestas vecinales-, o en un parque de bomberos. "Esta interactividad, la acción-reacción, el premio-castigo son herramientas fundamentales en el sistema educativo", explica Egenfeldt.<br />
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El juego electrónico tiene una incidencia directa en la mejora del alumno en sus calificaciones en general. "Pero no es sólo eso", explica Aranda. "Si se aplica para ilustrar o para captar la atención del estudiante, como antes se hizo con el cine o con la televisión educativa, no se aprovecha toda la potencialidad del ocio digital".<br />
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El juego electrónico se debe aplicar en la escuela para preparar a los alumnos en lo que se encontrará en la calle. "Si sólo se trata de calificar los contenidos, para eso ya sirve el sistema tradicional. No es necesario cambiarlo", dice Aranda; "pero si queremos adaptarnos a la nueva situación, es decir, saber dónde encontrar el material, cómo distribuirlo, discutir en grupo, simular, negociar, resolver problemas sobre la marcha, el videojuego es insustituible, imprescindible en el sistema educativo".<br />
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Tampoco se trata de satisfacer la demanda de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), que pide para ESO y Bachillerato una asignatura más, cultura audiovisual, porque "los adolescentes consumen mucha televisión, Internet y videojuegos, pero tienen un considerable analfabetismo audiovisual".<br />
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Como se ha visto, el analfabetismo no es precisamente de los adolescentes. El profesor Mitra lo ha comprobado con sus programas de Educación mínimamente invasiva. "Aprovecha el poder de colaboración y la natural curiosidad de los niños para transmitir el aprendizaje", dice Mitra, que ahonda en la importancia de la enseñanza fuera de la escuela. Y pone ejemplos de éxito mundial, "todos sistemas de educación autogestionados, al margen de los sistemas educativos oficiales": el juego Second life, las enciclopedias colaborativas, o wikis, su proyecto Un agujero en la pared o el mismo Moodle, un paquete de software creado hace seis años por el australiano Martin Dougiamas.<br />
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El objetivo de Moodle es la creación de cursos y sitios web basados en Internet. Es un sistema de distribución libre, que ayuda a los educadores a crear comunidades de aprendizaje a través de Internet. Su sistema ya se ha traducido a más de 75 idiomas y tiene 21 millones de practicantes repartidos por el mundo. Moodle se basa en el aprendizaje colaborativo. Para Dougiamas, el conocimiento se construye en la mente del estudiante en lugar de ser transmitido sin cambios a partir de libros o enseñanzas.<br />
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Todo no está en los libros. Miles de enfermeras y personal sanitario practican con Pulse! las situaciones de emergencia que se viven en un hospital. Millones de adolescentes se montan su vida particular en Whyville; comunidades de enfermos cardiacos, de paralíticos o de esquizofrénicos se reúnen en Second life para contarse sus problemas y sentirse arropados.<br />
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Como cada año desde hace cinco se celebran los Juegos de la Salud. Esta vez la sede fue Baltimore (EE UU) en el mes de mayo. Durante una semana los médicos revisaron las aplicaciones del ocio electrónico en su campo, y las empresas de juegos les enseñaron sus nuevos títulos. Los que enseñan a comer bien; los que reducen el estrés, tipos de exergames... Entre las conferenciantes, Nina Fefferman de la Universidad Tufts, que habló del comportamiento de la gente ante una epidemia desatada en el juego World of warcraft. El trabajo fue publicado en la revista médica The Lancet.Aunque la comunidad científica, como la educativa, huya de llamar a estos recursos, juegos o serious games, son sin duda una nueva forma de aprendizaje. "El videojuego", sentencia el psicólogo Egenfeldt, "es el lenguaje del futuro en la enseñanza".<br />
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El alumno del siglo XXI<br />
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- La Fundación MacArthur encargó un estudio sobre cómo debería ser la educación en el siglo XXI. Son valores que el actual sistema no puede dar sin los medios digitales.<br />
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1. Jugar: experimentar con lo que nos circunda.<br />
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2. Actuar: adoptar identidades diferentes.<br />
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3. Simulación: interpretar y construir modelos dinámicos del mundo real.<br />
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4. Apropiación: asumir una idea y reconvertirla en material multimedia.<br />
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5. Multitarea: rastrear el entorno y cambiar de objetivo si se necesita.<br />
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6. Conocimiento distributivo: interactuar con herramientas para distribuir nuestro saber.<br />
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7. Inteligencia colectiva: reunir información y compararla con otros para un objetivo común.<br />
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8. Sentido común: evaluar la credibilidad de las diferentes fuentes.<br />
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9. Transmediática: seguir las corrientes de historias e informaciones a través de múltiples modalidades.<br />
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10. Conexión: buscar, sintetizar y distribuir.<br />
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11.Negociación: moverse entre la diversidad de grupos, respetando perspectivas múltiples.<br />
Un agujero en la pared<br />
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Sugata Mitra lleva siete años colocando ordenadores en parques infantiles de lugares dejados de la mano de Dios, de Buda, de Alá... Y viendo qué pasa. Este profesor de la Universidad de Newcastle desarrolla A hole in the wall (www.hole-in-the-wall.com), Un agujero en la pared, un programa educativo sin profesores en lugares remotos.<br />
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"Los ordenadores se instalan siempre fuera de la escuela; en lugares públicos, donde los niños puedan jugar y entretenerse", explica Mitra, que hace unas semanas participó en las jornadas Educación contra la división digital, organizadas en Barcelona por la Unesco y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).<br />
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Ciertamente, un ordenador no es un videojuego, pero para los niños de India, Camboya, Suráfrica o Uganda aquella cosa cuadrada con un joystick que un día apareció en el pueblo es lo más parecido a un juguete, a un entretenimiento llegado de otra galaxia.<br />
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Uno de esos ordenadores se colocó en Dras (India), con inviernos de 22 grados bajo cero de media. Para buscar civilización, los 2.000 vecinos del pueblo han de atravesar un desfiladero a unos 4.500 metros de altura. Paradójicamente, les pasan más cerca los aviones que los trenes y los coches. A veces, hay electricidad; a veces, no. Mientras los mayores se reunían alrededor de un fuego, los niños, con nieve hasta las rodillas, se apretujaban ante un ordenador alimentado por paneles solares, y una cámara oculta. Y Sugata Mitra, viendo qué pasaba.<br />
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"En tres meses, un ordenador es suficiente para que de 200 a 300 niños aprendan a manejarlo por sí solos", resume Mitra. "Ellos se organizan y se ayudan unos a otros. El lenguaje nunca es una barrera. Aprenden inglés funcional y todas las funciones del ordenador. Y, lo más sorprendente, el ambiente social del pueblo mejora. Los mayores se enorgullecen de lo que está ocurriendo".<br />
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A hole in the wall se ha extendido geográficamente y también funcionalmente. A veces se ha introducido en las escuelas, con los mismos excelentes resultados. "Hay más asistencia a clase, más atención y mejores notas en inglés, álgebra y biotecnología". Puesto que derribar la pared es difícil, Sugata Mitra se ha propuesto agujerearla. Sólo necesita tres céntimos por día y un chaval para alfabetizar, entreteniendo, a todos los niños de la Tierra.<br />
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Elpais.es Javier Martín 20-XI-2008Las nuevas tecnologías en la educación fracasarán sin un cambio en la forma de enseñartag:dimglobal.ning.com,2009-01-04:1652370:BlogPost:13872009-01-04T11:33:11.000ZMiguel Ángelhttps://dimglobal.ning.com/profile/MiguelAngel
Si no cambia la metodología, las TIC no son herramientas transformadoras, y el alumnado que usa las nuevas tecnologías es mas autónomo, atrevido y curioso<br />
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Numerosos estudios demuestran que el uso en las clases de pizarras digitales, internet y ordenadores puede mejorar la enseñanza, crear otra dinámica pedagógica y una mayor participación del alumnado en el proceso de aprendizaje, mejorar la autoestima del alumnado y el trabajo cooperativo del profesorado. Y esos mismos estudios señalan que la…
Si no cambia la metodología, las TIC no son herramientas transformadoras, y el alumnado que usa las nuevas tecnologías es mas autónomo, atrevido y curioso<br />
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Numerosos estudios demuestran que el uso en las clases de pizarras digitales, internet y ordenadores puede mejorar la enseñanza, crear otra dinámica pedagógica y una mayor participación del alumnado en el proceso de aprendizaje, mejorar la autoestima del alumnado y el trabajo cooperativo del profesorado. Y esos mismos estudios señalan que la mera informatización de las tareas escolares sólo implica un cambio superficial en la adquisición de conocimientos si detrás no hay un auténtico cambio en el sistema pedagógico y una buena formación del profesorado en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en las aulas.<br />
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Las TIC, que se presentan como un complemento de la enseñanza tradicional, están empezando a desembarcar en las aulas españolas con promesas y retos importantes. La pizarra de toda la vida se convierte en una que funciona vinculada a un ordenador y a un proyector; el cuaderno y el bolígrafo son sustituidos por el ordenador o un tablet PC, que es portátil, tiene wi-fi y reconoce la escritura manual. Los libros de papel ceden paso a los digitales. Internet es una fuente muy importante de información.<br />
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Pero todo eso exige otra manera de enfocar las clases, de estar en ellas, de dirigir y coordinar el trabajo del alumnado; de corregir los ejercicios y valorar la adquisición de conocimientos.<br />
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Diversos proyectos y pruebas que se están realizando en España ayudan a perfilar la profundidad del cambio que supone el salto a una escuela que apueste por el uso cotidiano de la tecnología del siglo XXI. Es un cambio que llevará su tiempo y que aquí, como en muchos otros países, están explorando algunos centros.<br />
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Matic, un estudio sobre el aprendizaje de niños de 3 años realizado por Toshiba y La Salle Bonanova, un centro que ya incorpora muchos elementos de tecnología en algunas aulas, evaluó y comparó durante tres meses la evolución de 52 niños en el aprendizaje de los números, con alumnos que seguían el sistema tradicional y otros que aprendían sólo con las TIC, un Tablet PC por alumno, una pizarra interactiva y un profesorado preparado específicamente. El alumnado del aula TIC, que partía con una evaluación media de 3,4, acabó con una media de 8,5. Los pequeños sin TIC partían de una evaluación media de 4,7 y acabaron en 6,9. Todos los TIC superaron la evaluación final. De los otros, aprobó un 83%.<br />
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El estudio concluye que los alumnos Matic demostraron una actitud más entregada a las actividades escolares y trabajaron más motivados y atentos: se convirtieron en alumnos más autónomos, atrevidos y curiosos. Miquel Àngel Barrabeig, director del campus La Salle, concluye que "con todos los datos analizados, podemos decir que las nuevas tecnologías son útiles y que permiten conseguir los objetivos formativos en menos tiempo y de una mejor forma".<br />
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La pizarra digital, elemento que se va introduciendo poco a poco en las aulas, forma parte de un gran proyecto impulsado por el Gobierno de Aragón, que se inició en el 2002 y en el que se han invertido unos diez millones de euros. Más de doscientos centros de infantil y primaria, diez de secundaria y quince centros concertados utilizan en clase diariamente los Tablet PC. Una apuesta notable y pionera a nivel mundial que ha hecho famosa a la escuela de Ariño (Teruel), que a principios de este año mandó una delegación de alumnos a Berlín, donde Bill Gates asistía a un encuentro con líderes europeos, para hacer una demostración del uso escolar de la Tablet PC, un gadget impulsado por el cofundador de Microsoft.<br />
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"Las TIC producen poco impacto si detrás no hay un proyecto que incluya cambios en la metodología. Si un profesor sólo sigue el temario del libro de texto, las TIC apenas tienen impacto. Podrán ser clases algo más atractivas, pero el profesor seguirá diciéndole todo lo que tiene que aprender. Las TIC son una herramienta transformadora si el profesor utiliza internet y las posibilidades de comunicación con otros alumnos y con el mismo profesor para recabar información y transformarla en conocimiento", señala José Antonio Blesa, director y profesor de matemáticas de la escuela rural Ariño-Alloza.<br />
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Para Pere Marquès, del departamento de Pedagogía Aplicada de la UAB, "la llegada de las TIC significa una nueva era en la enseñanza" y enumera ventajas como cantidad infinita de información a la que se puede acceder, más interactividad entre los alumnos y entre estos y el profesor, así como un cambio de hábitos.<br />
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También pone un ejemplo gráfico: "Actualmente hay centros que no dejan que los alumnos entreguen trabajos elaborados por ordenador por miedo a que estén copiados de internet. Si pensamos que en un aula TIC los trabajos se evalúan conjuntamente entre todos los alumnos y el profesor, esto se desmonta porque todo el mundo se da cuenta cuando hay algo copiado". Y hay más cambios: "Pasamos del trabajo tipo dossier al trabajo sintetizado que se explica y defiende ante toda la clase. Cuando un alumno hace eso es que ha aprendido lo que tenía que aprender".<br />
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Según Pere Marqués: "Estamos en el inicio del cambio. En España utilizan las TIC en torno a un 10-15 por ciento de los centros. El porcentaje debe crecer. Los políticos, los profesores y la sociedad empiezan a entender que el uso de la tecnología en las aulas puede ser muy positivo y puede contribuir a mejorar la enseñanza, a crear otra dinámica pedagógica y a rebajar el fracaso escolar."<br />
Lavanguardia.es 22-XI-2008