Fauna docente por Rita Gardellini
En la fauna docente, hace varios años que reina la cautivadora “Juana Papelito” sumergida en cientos de vistosos Proyectos, es la majestad absoluta e indiscutida del Verso Pedagógico; jamás la encontrarán trabajando en un Hacer real y productivo, lo de ella es de una creatividad superior, única e impertérrita; sus alumnos jamás repiten de grado, son los mejores, los más ingeniosos, los más de los más; han sido por ella alentados a su máxima expresión, eso sí no cometa la chabacanería de pretender que sepan algo totalmente inservible como la ubicación de un río, las tablas de multiplicar o simplemente leer; son los alumnos de la falacia consentida de las muy buenas calificaciones, en aras de aprendizajes que se darán mágicamente porque como es bien sabido, los alumnos aprenden con o sin el maestro, ¿entonces?, ¿para qué hostigarlos con evaluaciones obsoletas y precisas que puedan demostrar que los susodichos genios no saben casi absolutamente nada? Eso deberá averiguarlo la sufrida maestra que las preceda y que deberá lidiar con progenitores exacerbados que han sido convencidos de la ocurrente y aguda inteligencia superlativa de sus vástagos; maestra que si osa cometer la imprudencia de sospechar y aún más insolente, mencionar, que Juana Papelito es un frívolo fraude se verá en más que un aprieto porque Juana Papelito domina el arte excelso del ya mencionado “Verso pedagógico” que hará que la desfachatada maestra pise el polvo del conductismo y de todo el yuyaje retrógrado y arcaico que ha “bloqueado” la autoestima de sus maravillosos alumnos y no les permite aprender. ¡Qué poder el de estas Juanas, inclusive convencieron e hicieron garra de la corrección, maestras de décadas no osaban ni marcar una tilde con rojo, guay del que increpase un error y detuviese la creatividad! ¡A aprender del error y que éste lo descubra Montoto porque Juana Papelito jamás osará desalentar la idílica producción de sus alumnos con turbios trabajos de laboriosa dedicación y esmero, no es una represora, vale retro! ¡Y qué comunicación con la familia, con que arte les manejará la culpa de la falta de “cantidad” de tiempo a sus hijos y conseguirá que dediquen “calidad” de horas a maquetas, experiencias, láminas y cuánta creativa ocurrencia surja del Proyecto que hará lucir a Juana Papelito a dimensiones celestiales, eso sí y por supuesto, en el más absoluto secreto del origen de los trabajos, ya que tácitamente, los padres, abuelos, tíos y quien adulto se ofrezca, jamás admitirán ser los artífices del tamaño logro que dejará tan bien parado al apático retoño!
Pero hete aquí la cuestión, sin definir si es una evolución o una nueva especie, ha surgido recientemente “Juana Beso”, esta ocurrente mutante ni siquiera necesita leer ni asistir a los millones de cursos que frecuentaba con altanería y dominio Juana Papelito, a ella le basta el amor, es la deliciosa manipuladora del “Verso afectivo”, ella es la que con amor todo lo puede; lógicamente, exceptuando el panfletario amor al trabajo, al estudio, a la preparación de ejercitaciones, a las horas de corrección y tantas otras pérdidas de tiempo que realizan las maestras comunes y ordinarias que logran con salvaje esfuerzo enseñar para que sus alumnos aprendan; porque, qué se obtiene pretendiendo torturar a los alumnos con mapas, problemas, lecturas y odiosas y nefastas actividades extraescolares, vulgarmente denominadas tareas, ¿no se sabe acaso, lo que sufren los alumnos en este mundo de tanta crueldad adulta, no ven los conflictos de odio en las noticias? Si tiene oportunidad de encontrar alguna, observe la maestría de su utilización reciclada de los Derechos del Niño, ¡vamos!, atrévase, a enfrentarla, tendrá hasta temor de que por su falta de amor los alumnos quieran apedrearla porque usted cometió la insolencia de pedirles que ingresen a clase, ¿no vio cómo disfrutaban el recreo, cuánto necesitaban esas criaturas su independencia, es tan ignorante que desprestigia los aprendizajes que se obtienen a través del juego? Horrible de los horribles, ¿es usted una envidiosa resentida discriminadora que no sabe lo que es el amor de los niños, quiere coartarles la libertad, acaso usted no tiene un niño soberano en su interior? No se reprima, suéltese, sea rebelde, transgresora y sobre todo, abogue por reglas más permisivas que le permitan crecer en un interior de auto conocimiento, porque ya sabe, que quien no se quiere a sí mismo no puede querer a otros y que mejor que quererse a sí mismo y mucho, y utilizar todo el tiempo que pueda y el que no pueda, en usted.
Actualmente está en construcción "Juana Virtualidad" pero esta metamorfosis todavía no ha definido bien sus alcances y logros, está en plena génesis sin embargo estén muy atentos porque la tecnología que trae esta nueva Juana es devastadora, ella es la nativa del Verso Informático, ni siquiera deberá moverse de la silla, con sólo buscar, copiar y pegar, logrará los más inauditos brillos, aunque jamás alcance a sobrepasar las operaciones básicas de una calculadora científica, su sabiduría es incuestionable. Ni destacar la fértil tierra de fábulas que le otorga a las computadoras poderes y habilidades casi insondables; misteriosos e intrincados dominios insólitos que no serán alcanzados por un maestro anticuado que se enreda con el tono del teléfono celular y pretende que sus alumnos conozcan de memoria, sí leyó bien, ¡de memoria!, el abecedario.
Y así es, como de la simplona Juana Carpeta Prestada, se ha llegado al virtuosismo de la pereza y haraganería de las otras Juanas, porque no perdamos el candil; lo que motiva a estas Juanas y en eso no hay modificaciones, es la simpleza de trabajar lo menos y parecer lo más.
¡Avancen las ociosas Juanas argentinas con sus versos libertinos, el disoluto mundo de la ignorancia es inmensurablemente vasto y gracias a la globalización del estado mercado y al desinterés de los padres, totalmente a su cómodo alcance!
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